Asesinato de mujeres indígenas en Canadá: el reconocimiento de crímenes de género como genocidio

El pasado mes de junio se hizo público el informe “Reclamar nuestro poder y lugar” de la Comisión para la Investigación Nacional sobre las Mujeres y Niñas Autóctonas Desaparecidas y Asesinadas, que durante dos años investigó en Canadá los asesinatos y las violaciones de DDHH contra población LGTBI y mujeres indígenas del país. La Comisión establece que miles de mujeres indígenas fueron asesinadas y más de 200 desaparecidas. Abusos cometidos entre 1980 y 2012. El informe lo presentó el primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Es la tercera comisión que investiga los crímenes de odio perpetrados conta la población originaria del país norteamericano. 

Entrevistamos a Isabelle Boisvert-Chastenay, abogada canadiense, que fue representante de víctimas en la primera comisión instalada en Canadá, la dedicada a la investigación de suicidios entre la población indígena.

LolaMora Producciones: Isabelle comencemos por saber cuáles son las conclusiones del informe.

Isabelle Boisvert-Chastenay: Me gustaría empezar con un panorama de los pueblos indígenas porque hay unos datos que son muy importantes para entender el informe. Los pueblos indígenas son el 5 % de la población canadiense y se dividen en tres grupos: las primeras naciones, los Métis, los Inuit y los mestizos. Una creencia que tenemos es que los indígenas son un grupo, pero no, son 600 comunidades distintas, con culturas, idiomas, tradiciones distintas; hay 65 idiomas y lenguas indígenas en Canadá.
El informe hace parte de una trilogía de investigaciones que empezó en Canadá, en 2007 más o menos, sobre la situación de las personas indígenas. La primera comisión trató de las “escuelas residenciales” - que empezaron a inicios de 1900 y cerraron la última en el año 1996 - esas escuelas hacían parte de las políticas que había en Canadá para asimilar a los pueblos indígenas y aniquilar su idioma y cultura [El sistema de residencias escolares fue establecido por el Gobierno canadiense y las instituciones fueron gestionadas por órdenes religiosas cristianas, en su mayoría de la Iglesia católica]. Y los médicos en los hospitales lo que hacían, cuando una mujer indígena iba a parir, era decirle: “No, lo siento, es que su hijo, su bebe murió” y daban el bebé a familias blancas. Esto [las políticas y las prácticas] hace parte de cientos de años de asimilación y de opresión contra las poblaciones indígenas.

LolaMora: Estás hablando de un proceso que lleva años de investigación y de identificación de abusos, de violaciones de derechos humanos cometidas contra la población indígena, esas 600 comunidades que has mencionado. Con esta contextualización que has hecho, háblanos ahora del informe actual de la tercera Comisión, ¿qué dice ese informe y qué violaciones son las que nombra?

 Isabelle Boisvert-Chastenay: La Comisión de investigación tenía el mandato de estudiar los casos sobre mujeres y niñas desaparecidas y asesinadas, pero durante la investigación ampliaron el tema para incluir también a la población LGBTI. Y a esas personas LGTBI se las llamó personas “dos E”. Es la primera vez que usan este término en Canadá, “dos E” designa a las personas que tienen dos espíritus, es un término para las poblaciones indígenas, las personas que tienen un ser masculino y uno femenino. La Comisión decidió pues ampliar también a todas las violaciones, todas esas formas de violencia contra las mujeres, las niñas y las personas LGBTI. 

El informe empieza diciendo que los asesinatos, la desaparición forzada y la violencia contra ese grupo de personas se enmarca dentro de un genocidio perpetrado por el gobierno canadiense contra las poblaciones indígenas y que las personas que más sufrieron son las mujeres, las niñas y la población “dos E” LGBTI.
También el informe habla del histórico de colonialidad y de sus consecuencias en las vidas de las mujeres, niñas y población LGBTI e indígenas; habla de que esas estructuras coloniales - como la ley sobre los indios, la redadas de los años 60, las escuelas residenciales, el racismo, el sexismo, la homofobia y la transfobia - generan las tasas altas de violencia, de muertes y de suicidios en las comunidades indígenas canadienses. El informe se llama “Reclamar nuestro poder y nuestro lugar” y termina con 230 recomendaciones que, en general, dicen esto: es el momento para que las mujeres, las niñas, la población LGBTI y las comunidades indígenas puedan reclamar sus derechos, puedan autodeterminar las soluciones que piensan necesarias para afrontar las tasas de pobreza, los problemas económicos, pero también los problemas de acceso a la salud, a la educación y a servicios sociales en general.

LolaMora: ¿El informe dice algo respecto a cuáles son las causas estructurales y las causas inmediatas de los abusos?

Isabelle Boisvert-Chastenay: Sí, el informe habla de la estructura colonial como causa de la violencia, de la opresión, pero también de violaciones repetidas del gobierno canadiense de cuatro derechos en particular: el derecho a la cultura, a la salud, a la seguridad y a la justicia de las comunidades indígenas y, en particular, de las mujeres y niñas. En cuanto al derecho a la justicia, la Comisión dice que la gran mayoría de testigos (que fueron más de 2400) vinieron para hablar de familiares, mujeres o niñas que desaparecieron o que fueron asesinadas y, que después de 20, 30, 40 años, no hay respuesta, no encontraron los restos de los familiares, no saben qué pasó, y eso hace parte de la violencia institucional contra las poblaciones indígenas por parte del gobierno. La comisión dice, además, que la policía violó su obligación de investigar los crímenes cometidos contra las mujeres, niñas y población LGBTI e indígenas.

LolaMora: Isabelle, tú trabajas actualmente sobre los derechos humanos de las mujeres, conoces bien los entresijos de la justicia de género. ¿Dirías que el informe “Reclamar nuestro poder y lugar” tiene un buen enfoque de género? ¿Es claro al hablar de violencia basada en género? Es decir, ¿se nombran los asesinatos de las niñas y las mujeres indígenas como femicidio, la responsabilidad del estado por negligencia, por incumplimiento, por ausencia? En definitiva, ¿dirías que es un informe bien asentado en lo que es violencia de género y justicia de género?

Isabelle Boisvert-Chastenay: Sí. Pero hay dos cosas: la primera, que es un informe muy importante porque hasta este informe siempre hablábamos de las poblaciones indígenas, de los pueblos indígenas, pero de las mujeres no; es un informe muy bueno en cuanto al enfoque de género porque se enfoca en la experiencia de mujeres, niñas y población LGBTI, la parte sobre la inclusión de las personas biespirituales o dos espíritus es muy importante en cuanto al enfoque de género. El segundo aspecto a destacar, que es un problema y una crítica que vemos algunos expertos, es [un informe] muy general. El mandato original era la desaparición forzada y el asesinato de mujeres, pero la Comisión fue más allá, a las causas estructurales-históricas, lo que es muy bueno porque es importante para las recomendaciones. Pero la parte sobre las experiencias de las mujeres es más un relato que un análisis. Es decir, que hay un capítulo justamente sobre los testigos [y sus] historias, sobre las mujeres desaparecidas y asesinadas, pero después [la Comisión] va directamente a las causas estructurales sin analizar realmente el patrón de, por ejemplo, la desaparición forzada, quiénes fueron los perpetradores, cuántas mujeres, dónde, cómo ocurrió todo eso; la Comisión pasa directamente al análisis de las causas históricas y la discriminación por razón de raza, esas cosas son muy importantes también, pero se olvida un poco la experiencia de las mujeres.

LolaMora: ¿Quiénes son los responsables principales de perpetrar la violencia contra las mujeres y niñas indígenas?

Isabelle Boisvert-Chastenay: Pues es que hay muchos agresores; hay muchos en Quebec. Yo voy a hablar de la región donde yo trabajé, en Quebec, [donde] escuché como experiencia de desaparición forzada [casos de] mujeres indígenas que viven en sus resguardos, en el norte del país, y la policía blanca, sobre todo blanca, llega y se lleva a las mujeres a un bosque, las violan, las dejan por ahí, y desaparecen. Según mi experiencia, lo que más destaco del informe es eso: [los responsables] son los agentes del Estado, o los hombres blancos en general que, por las estructuras coloniales, piensan que tienen el poder sobre las mujeres indígenas, que las mujeres indígenas están disponibles para ellos, porque [piensan ellos] somos el pueblo que llegó, poderoso y se apropió del país.

LolaMora: Se afirma que en Canadá ha habido un genocidio, que es un crimen muy grave que implica una responsabilidad del Estado canadiense. ¿Qué reacciones ha habido de la opinión pública, de las comunidades, de los pueblos originarios de Canadá, de las mujeres indígenas?

Isabelle Boisvert-Chastenay: El movimiento de mujeres realmente está muy contento con este momento del informe, porque fueron muchos años para llegar a esta Comisión y, como decía antes, las mujeres formaban parte del movimiento indígena, pero el movimiento indígena no hablaba de las mujeres, hablaba de los problemas generales; así que las mujeres están muy contentas. En cuanto al gobierno, lo que pasó es que el Primer Ministro [Justin Trudeau] aceptó las conclusiones [de la Comisión] pero no quiso nombrar el genocidio y sacó un comunicado de presa diciendo que hay que concentrarse en las soluciones, no quedarse en un debate sobre una palabra. Y entonces una de las comisionadas expresó su decepción porque no podía creer que [el Primer Ministro] no nombrara genocidio a lo que pasó, porque en la primera Comisión que había habido sobre las escuelas residenciales, el Primer Ministro sí nombró el genocidio cultural. ¿Por qué lo que pasó con los niños y las niñas en las escuelas sí es un genocidio, pero lo de las mujeres no? Es un debate en este momento en Canadá.

LolaMora: ¿Por qué crees que la palabra genocidio está generando diferencias?

Isabelle Boisvert-Chastenay: Lo que pasa es que, por ejemplo, algunos periodistas en Canadá sacaron artículos diciendo que genocidio es pensar en el holocausto, es como decir que 2000 mujeres asesinadas o desaparecidas no es tanto en comparación, y que no fue una política estructural o institucional de aniquilar a las mujeres mediante esos crímenes. Lo que yo creo es que la Comisión sobre las escuelas fue un movimiento más grande y [hubo] una negociación con el gobierno; el gobierno decidió dar una reparación económica a todos los niños que estuvieron en esas escuelas y, por eso, el Primer Ministro aceptó usar la palabra genocidio cultural. Pero se niega ahora a usar solo la palabra genocidio.
En el Estatuto de Roma, en el informe de la Comisión para la Investigación Nacional sobre las Mujeres y Niñas Autóctonas Desaparecidas y Asesinadas hay un análisis jurídico y social del genocidio muy amplio, muy detallado, que explica que [las] políticas para matar mujeres o, como en las escuelas, [para] matar la cultura, es un genocidio. Creo que hay temor a usar el término jurídico, tal vez [por] las obligaciones internacionales o jurídicas del gobierno.

LolaMora: ¿Qué recomendaciones destacas de las que hace el informe? En tu opinión, ¿habrá más avances en justicia respecto a los abusos cometidos contra la población indígena en general, y contra las niñas y las mujeres indígenas en Canadá?

Isabelle Boisvert-Chastenay: Lo que me gustó mucho de las recomendaciones es que realmente atacan todas esas causas nombradas en el informe. La Comisión no solo dijo que hay violencia contra las mujeres, hay desaparición forzada, hay asesinato, sin [pedir] una respuesta institucional o solamente medidas en cuanto a la policía o al sistema de justicia. Sino que [la Comisión] va más allá, va al sistema de salud y a crear una entidad, como una defensoría del pueblo, solamente para los indígenas, que podría crear servicios, recibir quejas y que sería una entidad jurídica al mismo tiempo. Una creación, articulación, de muchos mecanismos en todos los temas que afectan a las poblaciones indígenas para, realmente, atacar el problema desde la raíz.

Enlace al informe: “Reclamar nuestro poder y lugar” 

Entrevista realizada por LolaMora para el programa de radio “En la Oreja” de Pressenza (6 de junio2019).